Desde que las tropas, apoyadas por milicianos tribales, bloquearon todos los accesos a la localidad y cortaron sus vías de suministros, los extremistas se preparan para frenar el asalto con métodos que asfixian aún más a la población.
El alcalde de la comarca, Saleh al Yaburi, explicó a Efe que en Al Qayara permanecen al menos 70.000 personas, mientras que otras 40.000 lograron huir hacia sitios seguros en las provincias cercanas de Kirkuk y Saladino antes de que los radicales desplegaran francotiradores en las salidas.
“Los yihadistas impiden a miles de familias abandonar la población para utilizarlos como escudos humanos”, aseguró Al Yaburi sobre los métodos del EI para frenar la operación de liberación de la ciudad.
Además de retener a los civiles, los terroristas están quemando pozos de petróleo para obstaculizar con el humo que generan los incendios las operaciones de la aviación militar iraquí. efe