MONTEVIDEO - URUGUAY
Uruguay vivió ayer un apacible día de reflexión marcado por la absoluta tranquilidad y va hoy a las urnas de las elecciones generales más disputadas en 10 años, donde las encuestas pronostican que el oficialista Frente Amplio (FA) perderá la mayoría absoluta que ostenta desde 2005.
Bajo un espléndido sol primaveral, los 2,6 millones de uruguayos mayores de 18 años habilitados para escoger su presidente y vicepresidente para el periodo 2015-2020 y los 99 diputados y 30 senadores de las dos cámaras del Parlamento, pasaron la jornada sin ningún incidente digno de mención y reafirmaron una vez más el alto nivel de convivencia y respeto por la democracia que caracterizan al país.
Los uruguayos también votarán un controvertido referéndum de reforma constitucional para rebajar la edad de imputabilidad penal de los 18 a los 16 años, para el que también se prevé un resultado ajustado.
En medio de la veda electoral que impide la celebración de actos proselitistas y la emisión de mensajes electorales, apenas sí hubo alguna nota de tono político y el país quedó por unas horas mucho más pendiente del debut de su estrella futbolística Luis Suárez con el Barcelona ante el Real Madrid en la Liga española, que de la inminente cita con las urnas. Los líderes de los 4 principales partidos que contenderán en estas elecciones, el FA –una amplia coalición de izquierdas–, el Partido Nacional (PN), de centro-derecha, el Partido Colorado (PC, derecha), y el Partido Independiente (PI, de centro-izquierda) aprovecharon la veda para descansar tras una intensa y larga campaña electoral.
Tabaré Vázquez, el oncólogo que en 2005 asumió como el primer presidente de izquierdas en la historia del país, tendrá en esta ocasión muy difícil superar el 50% de los votos en primera vuelta –las encuestas le dan entre el 41% y el 44%–. Con los resultados que pronostican las encuestas, el FA perdería la mayoría en ambas cámaras y tendría una dura lucha para obtener la presidencia en segunda vuelta ante el joven candidato del PN, Luis Lacalle Pou (Montevideo, 1973), a quien los sondeos dan un 32 % de los votos y cuyos apoyos vienen al alza tras una novedosa y llamativa campaña electoral.
Los colorados de Pedro Bordaberry, hijo del ex presidente constitucional (1972-1973) devenido en dictador (1973-1976) Juan María Bordaberry, no entrarían en el balotaje con un 15% de los votos.
Pablo Mieres, del PI, con un 3% en intención de voto, no aspira al balotaje, sino a obtener más bancas en el Parlamento atrayendo el voto de descontentos.