El Gobierno estatal explicó que los vecinos del pueblo de San Isidro, situado en Chilchotla, estaban festejando el traslado de su santo con fuegos artificiales, de cara a la fiesta patronal del 15 de mayo. Uno de los cohetes “cayó dentro de una casa donde se almacenaba material pirotécnico a usarse el día de la celebración, lo que provocó una explosión que derribó el techo de esta vivienda”, precisaron las autoridades. Nueve personas murieron en el lugar y otras cinco en distintos hospitales a los que fueron trasladados.
Entre los 22 heridos que dejó el accidente hay 3 niños que se encuentran graves, dijo a la prensa el jefe de la oficina del gobernador, Javier Lozano. “Es una tragedia”, reconoció. “La mayoría muere por el derrumbe de la estructura en la que se encontraba. La mayoría muere enterrada”.
El presidente Enrique Peña Nieto extendió por Twitter sus “condolencias para los familiares y vecinos de quienes perdieron la vida en el trágico accidente”. Este tipo de accidentes relacionados con la industria pirotécnica son frecuentes en México, donde el sector mueve 10 millones de dólares al mes. afp