EFE
Según el Ministerio de Salud nigerino, en las últimas semanas se vienen constatando síntomas de esta enfermedad viral entre pacientes de los centros de Diffa, principalmente ojos amarillentos, que sufren sobre todo las mujeres embarazadas.
Tomadas muestras de sangre de los casos sospechosos, los laboratorios del Instituto Pasteur de Dakar (en Senegal) han confirmado la enfermedad, dijo el doctor Idi Illiassou Maïnassara.
“La epidemia está afectando hasta ahora a los campamentos donde viven las poblaciones refugiadas de la vecina Nigeria o los desplazados internos que huyen de los abusos y los asesinatos de la secta Boko Haram”, dijo por su parte el asistente médico Hamadou Ali, contactado por teléfono desde Diffa.
En un primer momento, fueron casos esporádicos aparecidos en algunas instalaciones sanitarias de la parte de los campamentos donde son tratados los refugiados enfermos, “pero el problema explotó con rapidez”, deploró Ali.
Generalmente, la hepatitis E se transmite por medio de una fuente de agua contaminada por el virus; se trata de una enfermedad hepática muy virulenta cuya infección suele registrarse por vía oral o fecal, según explicó a Efe el especialista médico Bachir Harouna en Niamey.
La hepatitis E produce fiebre muy alta acompañada de vómitos, fuertes jaquecas, dolor de vientre y orina muy oscura.
“La falta de agua potable y de letrinas, que lleva a la población a defecar al aire libre, son probablemente la razón primera que explica la aparición de la enfermedad”, añadió Harouna.
Según las estadísticas de los organismos humanitarios en Diffa, que desde 2015 sufre los ataques de Boko Haram, unos 300.000 refugiados y desplazados internos viven actualmente en campamentos de acogida, en condiciones muy precarias y sin los servicios básicos de higiene.
“El aprovisionamiento de agua potable a refugiados y desplazados no es satisfactorio: constantemente hay penuria en ciertos campamentos, lo que obliga a sus habitantes a servirse de agua allí donde la encuentran”, explicó Arifa Kiari, activista humanitario en Diffa.
El Estado y los organismos de la ONU activos en cuestiones sanitarias han creado un comité nacional y otro regional de gestión de la epidemia en Diffa y han lanzado una campaña de sensibilización entre la población de la región para difundir medidas de higiene.