El supuesto ganador del sorteo de Alejandra Vera en su cierre de campaña electoral fue Acosta; estudiante de Derecho UNA. El joven decidió romper el silencio este miércoles y denunciar que el tan promocionado y cuestionado viaje no le fue entregado y que ante ello fue objeto de burlas.
“No me dieron el viaje. Ale Vera quedó como una mentirosa. Dijeron que otra persona tomó mi lugar para el viaje, por este caso fui la burla de mi clase. Me dijeron que tenía que firmar un contrato, pero nunca me acercaban el documento y así pasó el tiempo”, comentó en contacto con la 730 AM.
Añadió que durante dos semanas el discurso del “contrato” era el pretexto que le planteaban para no entregarle el premio en cuestión. Luego le cambiaron la historia y le dijeron que el viaje se le adjudicó finalmente a otra persona.
“Festejé ante todo el barrio que gané un sorteo por primera vez en mi vida. Me salieron con lo del contrato y esperé, hasta que en un momento me llaman un sábado a las 12.00 para decirme que el colectivo me esperaba frente a la Facultad y que salía a las 13.00. Le dije que no podía llegar en una hora, que me tenía que preparar y hacer un préstamo para pagar mi alimentación. Fue ahí cuando le dije que era todo una bolaterapia”, refirió el joven.
El supuesto ganador comentó que tiene entendido que los premios se entregaron a los demás ganadores con algunos problemas, “pero se entregaron finalmente”. Agregó que le consta que otra persona tomó su lugar y viajó en vez de él porque otro compañero suyo iba en el mismo bus. “Aparentemente no me quisieron dar mi viaje”, lamentó.
Nuestra redacción intentó comunicarse con Alejandra Vera para tener acceso a mayores detalles, sin embargo, la joven no contestó a las llamadas ni a los mensajes enviados.
MÁS DEL CASO
En marzo pasado, Vera, hija del ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Hugo Vera, ganó las elecciones para presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho. Tuvo 1.191 votos, 137 más que su oponente Manuel Maioli, quien obtuvo 1.054 votos, de acuerdo al conteo oficial.
Como cierre de campaña, días antes de las elecciones, la mujer puso en sorteo para sus seguidores un auto y un pasaje a Camboriú (Brasil), todo pagado supuestamente, para ganar más votos a su favor. Habilitó una barra libre de bebidas alcohólicas y como resultado unos tres universitarios atacaron a trabajadores de la prensa que registraban el desenfreno de ese festejo.