La idea de Colin Furze ya habrá pasado por la cabeza de más de alguno que se estanca en las filas de autos en el intenso calor. Por si agrade el invento, aquí les presentamos el spa de coches.
El vehículo es un BMW que se puede conducir como cualquier otro auto. Eso sí: lleno de agua e incluso de espuma por si deseen un baño, informó el portal internacional Sputniknews.
Un jacuzzi sobre ruedas y de lujo en el que, además, el ingeniero ha elaborado un sistema a través del cual el agua se calienta.
Para alcanzar esta proeza del automovilismo, Furze selló todos los agujeros y grietas en el cuerpo del automóvil para que el agua no llegase al motor ni se saliese del interior. Envolvió los cables en una película impermeable y también reforzó los muelles de suspensión para que pudieran soportar la masa del BMW, lo que hizo que su peso aumentase casi dos toneladas más.
El ingeniero también instaló una barbacoa en el maletero y tuneó la carrocería con césped artificial.