Señaló que la misma Constitución establece que no existe el mandato imperativo, lo que no significa que los partidos no puedan sancionar a aquellos que incumplen con una postura partidaria. “El Tribunal de Conducta lo que hace es sancionar a un correligionario y no a un parlamentario”, expresó.
Sin embargo manifestó que es una cuestión que merece debate, pero que en el fondo la sanción viene a la hora de votar. “El pueblo será el que sancione o premie”, acotó.
Manifestó que si el Tribunal de Conducta dicta una resolución que es revocada por la Corte Suprema de Justicia se debe respetar, pero que aún cuando se levante la sanción, será el pueblo a la hora de votar el que diga que estuvo bien o mal el actuar de los parlamentarios.
“La experiencia que tenemos en el partido es que la gente que fue sancionada y después la Justicia le levantó la sanción partidaria, ya no recibieron el favor del pueblo”, aseguró.