El texto, impulsado por España, Egipto y Nueva Zelanda, recibió once votos a favor, una abstención (de Angola) y el voto negativo de Venezuela, Rusia y China.
La iniciativa, por tanto, no salió adelante, dado que esos dos últimos países tienen poder de veto.
Rusia intentó hasta el último momento posponer la votación, esgrimiendo problemas de procedimiento y defendiendo la necesidad de esperar al resultado de las negociaciones entre Rusia y EEUU para la retirada de los rebeldes del este de Alepo.
El embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, denunció que someter el texto al voto ayer “violó” las reglas del Consejo de Seguridad, pues a su juicio no se cumplieron los plazos necesarios.
Según Churkin, retrasar la decisión habría dado tiempo para conocer los resultados de unas negociaciones que expertos rusos y estadounidenses tienen previsto mantener mañana en Ginebra sobre la situación en Alepo.
El embajador ruso aseguró que ese proceso abre la posibilidad de “resolver de forma efectiva” la situación en la ciudad pronto. efe