La escena es lúgubre. A simple vista, en el atelier de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), que funciona en el Archivo Nacional, pareciera que el equipo de restauradoras –vestidas de blanco, con barbijos y guantes puestos– trabajan sobre los restos bien embalsamados de un héroe nacional del siglo XIX. Sin embargo, la realidad es que las brochas con las que se limpia el polvo recorren un busto hecho de yeso.
María Zeneida Recalde, Carolina Garcete y Antonia Cuevas son las técnicas encargadas de restaurar el cenotafio (monumento de sepulcro vacío). Describen que dentro reposa la escultura que el mariscal Francisco Solano López ordenó construir para homenajear al general José Eduvigis Díaz (1833-1867), héroe de la Guerra contra la Triple Alianza (1864-1870). El féretro real es más modesto y se trasladó al Panteón de los Héroes.
Natalia Antola, directora de Proyectos y Obras de la SNC, explica que la puesta en valor del sarcófago histórico forma parte de los trabajos impulsados por la Comisión del Sesquicentenario de la Epopeya Nacional, por los 150 años de la Guerra Grande.
La restauración debe culminar antes del 7 de febrero, aniversario número 150 del fallecimiento de quien defendiendo a la patria dio a los paraguayos la victoria en la Batalla de Curupayty.
Lugar de reposo. Según Antola, el ataúd, antes de llegar al atelier, se encontraba en el Campamento Cerro León, siendo su anterior lugar de reposo el Solar Díaz, en Pirayú, ciudad natal del general.
La restauradora María Recalde comenta que a pesar de los años, el deterioro del féretro y del busto de yeso no es alarmante. El equipo de Cultura realiza la limpieza superficial, que consiste en sacar el polvo de la madera de cedro. Después con una franela y un líquido especial se vuelve a retirar mejor la suciedad. La tarea empezó primero por la tapa del féretro, el vidrio y luego el busto. La base del ataúd es la que mayor daño presenta y será reemplazada por una lámina de metal.
“Por el tiempo y la forma en que estuvo guardado, se encuentra en buen estado. No tiene muchos faltantes de piezas, solo la base del féretro está carcomido. Los bordes, el talla- do y el bronce se mantienen en perfecto estado”, indicó Recalde.
La tapa del ataúd tiene tallado un león y el gorro frigio. Llama la atención de los técnicos que el rostro del felino aparece cortado adrede con una herramienta que dejó la superficie lisa en comparación con el resto del tallado. El 7 de febrero se trasladará el féretro desde la Estación Central del Ferrocarril, pasará por la iglesia de Pirayú hasta el Solar Díaz. La procesión será escoltada por los Aca Vera, que fue el regimiento del héroe.