Las fiscales Teresa Martínez y Nathalia Acevedo hablaron sobre los elementos que fueron claves para determinar la culpabilidad, en grado de autores, de Julio Benítez Cubilla, Ignacio Barrio Quiroz y Cristina Esquivel de Barrios, todos oriundos de Caaguazú.
Según concluyó la investigación, estas personas formaban parte de una red que captaba mujeres y las llevaba hasta España bajo engaños para luego explotarlas sexualmente. El trabajo fue llevado a cabo en conjunto con autoridades españolas.
En el proceso, una agencia de viajes era uno de los elemento claves para que las mujeres lleguen hasta el país europeo. La empresa es propiedad de uno de los condenados, Julio Benítez Cubilla, y esta recibía el dinero de los explotadores españoles.
El pago de los pasajes lo realizaban los dueños del sitio donde se explotaba sexualmente a las mujeres. Entretanto, el desembolso del dinero para los miembros de la red se hacía a través de familiares para no llamar la atención, según detallaron las fiscalas.
Se cree que esta misma red engaño a unas 100 mujeres de entre 25 y 35 años entre los años 2010 y 2017. Unas 17 paraguayas fueron rescatadas del lugar.
La investigación se inició tras el intercambio de informaciones entre Paraguay y España. Posteriormente una mujer que huyó del lugar denunció el hecho, lo que permitió interceptar los teléfonos.