Ir de compras, de paseo o asistir a alguna reunión en la zona del microcentro de Asunción implica un dolor de cabeza para quienes acuden con sus vehículos, debido al copamiento total de los lugares de estacionamiento hasta muy entrada la noche de cada jornada.
Los sitios en las calles son ocupados principalmente por trabajadores, sobre todo, de las instituciones públicas, quienes para ocuparlos durante gran parte del día se valen de los servicios de los cuidacoches, quienes son los verdaderos dueños de esta congestionada zona de la ciudad.
Desde la firma del contrato con el consorcio Parxin para implementar el sistema de estacionamiento tarifado en cinco áreas de la capital, hace casi un año, la Comuna asuncena abandonó oficialmente el cobro que venía haciendo por los espacios de aparcamiento.
Esto dejó el camino libre a los trabajadores informales de la vía pública, a pesar de que estos ya manejaban a discreción las boletas de estacionamiento, bicicleteando y reciclándolos para sus clientes fieles.
ABUSOS. La saturación de lugares para estacionar en la zona céntrica obliga a muchos conductores a dejar sus rodados en puntos no permitidos.
Esto se ve por sobre todo a lo largo de la emblemática calle Palma, Presidente Franco o Estrella, por citar algunos ejemplos, donde los automóviles quedan detenidos pese a existir carteles y señalización horizontal que advierten sobre esa prohibición.
Si bien los agentes de tránsito recorren el área, los controles son considerados tibios, atendiendo que las transgresiones a las ordenanzas son comunes en todo el centro.
La proyección que se hace es que muchos llevarán el caos existente a la Costanera, que hoy ya está copada de autos.
Contraloría insta a rescindir con Parxin por incumplir con la póliza
ÚH accedió al dictamen de la Contraloría General de la República que recomienda rescindir contrato con Parxin por incumplimiento en la presentación en tiempo y forma de la póliza de seguro.
El documento, que está en la Dirección de Asesoría Jurídica del ente contralor, señala que el contrato fue suscrito el 23 de junio del 2016 y luego de cinco días hábiles siguientes, señalados como plazo perentorio para presentar la garantía de fiel cumplimiento, ello no fue materializado. Agrega que recién fue recepcionada por la Comuna capitalina el 4 de agosto de ese año, un mes después.
Resalta que aun dando por hipotéticamente válido lo estipulado en el pliego de bases y condiciones y que autorizara la presentación de esa garantía hasta cinco días después de la firma del contrato, eso iría contra la exigencia legal que mandaba arrimarla como trámite ineludible.
Sostiene que ante la falta de presentación oportuna, se denota la ejecución de una conducta omisiva de la adjudicataria, constituyendo un incumplimiento contractual rupturista del vínculo.
Cita la Ley 1618/00 de Concesiones de Obras y Servicios Públicos, que establece este cumplimiento obligatorio. Aclara que la rescisión en este caso será sin responsabilidad para la convocante.
Ayer, la edil Rosanna Rolón y la titular de Simuca, Gladys Galeano, tras acudir a la Contraloría, recibieron la confirmación de que el dictamen se remitirá la próxima semana a la Comuna.