EFE
La cinta, que también se alcanzó con el premio Sebastiane que distingue a la mejor película LGTB del festival, propone una reflexión sobre la discriminación sexual a nivel social e individual, por los prejuicios heredados.
La historia se basa en un caso real ocurrido hace doce años en Chile y aborda la vida de dos hermanas que viven con su madre y con su nueva pareja, una mujer.
El jurado ha destacado el “dominio cinematográfico” del filme así como su guión “inteligente” que se detiene “en un aspecto de la realidad escasamente retratado” al tiempo que remarca “la valentía al dar visibilidad a una familia no tradicional a través de la mirada de una niña”.
San Martín agradeció el premio, dotado con 35.000 euros, y resaltó la labor de todos lo productores que trabajaron en ella por la labor “silenciosa” que llevaron a cabo.
La productora Macarena López subió también al escenario, donde dedicó el premio a su abuela, quien le enseñó “que la biología no es el único camino a la maternidad”, y a Romina, “el amor de mi vida”, con quien espera pronto ser madre.
El jurado de Horizontes Latinos dio una mención especial a la ecuatoriana Alba, de Ana Cristina Barragán, el retrato de un pequeña de once años que vive una difícil situación familiar “por el viaje especial que hace hacia la infancia”.
Trece películas de Chile, Argentina, México, Ecuador,Venezuela, Brasil y Bolivia competían en la sección dedicada exclusivamente a la cinematografía latina del Zinemaldia.