“Hay demasiadas tareas pendientes en el ámbito cultural en nuestro país”, afirmó el director de cine Marcelo Martinessi a Última Hora.
Su película ganó el oso de plata en el Festival Internacional de Cine de Berlín, pero su figura ya era conocida antes. Fue director de la TV Pública hasta junio del 2012, cuando el presidente Fernando Lugo fue destituido mediante un cuestionado juicio político. A 5 años del suceso, Martinessi hace una reflexión de cómo debería actuar el próximo Gobierno en la promoción de la cultura.
Considera que lo mejor que puede hacer Marito es sumar a su gabinete a un ministro o ministra de Cultura que, a su consideración, tenga un perfil tanto técnico como político. Actualmente, el cargo lo ocupa Fernando Griffith, un bioquímico que realizaba conferencias en el marco del proyecto Paraguay Poderoso.
“Político no significa afiliado a un partido”, sino una persona con capacidad de gestión y con habilidad política.
El quehacer cultural en el Paraguay de los próximos 5 años dependerá en gran medida de que ese ministro tenga personalidad y sepa disputar en el Congreso un espacio y un presupuesto acorde a las necesidades de la producción cultural de este tiempo, agregó.
Para el cineasta, en Paraguay hay potencial en todas las áreas: música, teatro, cine, artes y más; puesto que para él, los paraguayos son herederos de una cultura rica, pero al no contar con políticas públicas que den impulso y visibilidad, no sirve.
Para el periodista y escritor Bernardo Neri Farina, los gobiernos colorados no se han destacado por ser adeptos a la cultura, por lo que el desafío de Abdo Benítez debe ser romper con esa tradición.
Sin embargo, lamentó que el nuevo presidente electo no esté rodeado de personas muy afines a la cultura y tampoco lo escuchó mencionar ningún proyecto a favor en sus discursos electorales.
“Para ellos, la cultura es de puro lujo, no es esencial para la vida cotidiana, y ese es el gran error, porque hoy la cultura es parte de la imagen país y eso significa plata, directamente influye en la economía”, consideró el escritor.
Farina recordó que durante la dictadura de Alfredo Stroessner la intelectualidad fue sustituida por la mediocridad, y espera que, con este séptimo gobierno de la era democrática, eso quede realmente atrás.
Cuando se habla de cultura, no se trata de un estilo de vida bohemio. “Es un todo, la gastronomía, la literatura, el cine, la danza, el teatro. La cultura es aquello que te da la posibilidad de razonar”, explicó el escritor.
Coincidió con Martinessi en que se necesitan políticas estatales que fomenten la trascendencia de las artes, apuntando siempre a la formación de pensamiento crítico, capacidad de discernimiento y razonamiento.
“Ningún pueblo inculto puede desarrollarse”, advirtió, y por eso considera que en los próximos 5 años todavía queda esperanza de potenciar la Secretaría de Cultura, que –a su consideración– ya podría subir a un rango ministerial y colaborar con el desarrollo de todos los paraguayos.