Peña sigue celebrando la colocación de bonos por USD 500 millones a 10 años de plazo y una tasa del 4,7%.
Tras su regreso de Estados Unidos, donde se reunió con inversionistas interesados en comprar los títulos, recuerda las decisiones que tuvo que tomar el Ejecutivo ante la crispación política que generaba la intención de asumir más deudas.
Los legisladores habían recortado la emisión de bonos por no conocer los detalles de en qué se gastaría. El presidente Horacio Cartes no aceptó esta medida y con su gabinete armó un mecanismo para evadir a los parlamentarios opositores y colorados disidentes.
Fue así que solicitaron a la Corte Suprema que analice la certeza constitucional de dejar vigente para este año el presupuesto 2016, que ya incluía la cantidad de bonos que el Gobierno pretendía emitir.
Sin embargo, el ministro de Hacienda refiere que no tenía dudas de la legalidad de estos bonos, pero debió recurrir al Poder Judicial para tener una prueba de ello en el mercado internacional. “Yo no necesitaba la decisión de la Corte para emitir, pero al inversionista le trajo mucha tranquilidad”, expresó desde el estudio de Radio Monumental.
En su caso, no tuvo la misma experiencia que el presidente del Banco Central del Paraguay (BCP), Carlos Fernández Valdovinos, a quien un inversionista sugirió “echar” a la persona que firmó la carta dirigida a los empresarios explicando sobre la ilegalidad de los bonos, refiriéndose al presidente del Congreso, Roberto Acevedo.
Pero comentó que sí se mostraron sorprendidos de cómo actuaban los senadores con tanta saña, siendo que Paraguay tiene una economía fuerte como para enfrentar deudas.
En este sentido, considera que desde el Gobierno se debe blindar la economía “porque la batalla política del momento va a pasar y el daño económico después cuesta recomponer”.
Con la emisión de los últimos bonos, el total de la deuda pública asciende a USD 6.784 millones, lo que representa el 25% del PIB del país.