El abogado de la denunciante, Gregorio Torales, manifestó en Monumental AM que la mujer cuenta con los certificados médicos por cada agresión, incluyendo los de aquellas por las que no hizo la denuncia pensando que no volvería a pasar. “Hicieron el esfuerzo de ir al sicólogo, pero no hubo solución”, indicó el representante de la víctima.
Incluso, Burgos habría llegado al punto de casi asfixiarla, lo cual hizo que ella se diera cuenta de lo que el jugador del Olimpia era capaz. Por eso se decidió a realizar la denuncia, a la que agregó las imágenes de las lesiones sufridas.
La mujer confió en la Justicia porque, desde el momento en que presentó la denuncia ante la Fiscalía, le dijeron que la ley de feminicidio no contempla medidas sustitutivas. El jugador fue imputado por violencia y el Ministerio Público pidió su prisión preventiva.
Sin embargo, primero el denunciado obtuvo la domiciliaria, con permisos para ir a entrenar al Club Olimpia, y luego viajó a Uruguay con el plantel para un cotejo de Copa Libertadores.
Si bien hace 15 años están juntos, porque eran vecinos en Itacurubí de la Cordillera, las agresiones empezaron cuando Burgos volvió de Argentina y firmó por el Decano del fútbol paraguayo.