Desde el año pasado, en la Cámara de Senadores está cajoneado un proyecto que busca modificar el artículo 9 de la Ley 5476/15 de Tarjetas de Crédito, para elevar la tasa de interés a un promedio de 27 a 30%.
“Nosotros (las entidades financieras) hemos tenido varias conversaciones con los legisladores, pero vemos que no hay voluntad política para modificar la ley. En estas condiciones este producto de crédito seguirá disminuyendo y los afectados son la gente de menores recursos”, lamentó Cristian Heisecke, vicepresidente de la Asociación de Entidades Financieras del Paraguay (Adefi).
Dijo que, en el caso de las financieras, más del 70% de los clientes que utilizan tarjetas son personas de nivel medio que con sus plásticos tenían acceso a ventajas en los supermercados, tiendas y servicios.
“Se hizo una intervención violenta en el producto y estos números reflejan el menor movimiento, menor empleo y menor recaudación”, señaló.
Para el directivo, no solo hay que mirar la gran cantidad de plásticos que se eliminaron, sino también aquellos que dejaron de ingresar al sistema.
“Habían nuevos clientes que accedían a través de este instrumento a la bancarización. En realidad, no hay un argumento racional en el Parlamento para no modificar la ley de tarjetas. Les hemos mostrado todos los números”, enfatizó.
El vicepresidente de la Adefi lamentó que esta ley haya salido sin un argumento técnico y motivada más por cuestiones de ideológías políticas.
La semana pasada, durante la sesión en la Cámara Alta, el senador (ANR) Luis Castiglioni exaltó las bondades de la ley de tarjetas de crédito que, a su criterio, es un ejemplo no solo para la región, sino para “toda América Latina” sobre la intervención que tomó el parlamento paraguayo para cortar con el abuso de las entidades.