EFE
Estos datos fueron extraídos de la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS, por sus siglas en inglés), especializada en niñez y salud reproductiva, realizada por primera vez en Paraguay entre junio y septiembre de 2016 en 8.000 hogares del todo el país y publicada esta semana.
El informe destacó que, del total de menores de la muestra de la encuesta, un 39,7% reconoció haber sufrido violencia física y un 4,4%, violencia física “severa” durante el mes previo a la realización del sondeo.
Otros tipos de violencia reconocidos en los datos son la agresión psicológica, padecida por un 31,6% de los menores, y “disciplina no violenta” en el 38,8% de los casos.
En cuestión de género, el 54,8% de los varones recibieron métodos violentos de disciplina frente a un 49,3% de las mujeres.
En términos de edades, los menores de entre 3 y 4 años son los que más reciben estos castigos, un 66%, por un 54,8% de los de edades entre 1 y 2 años, un 51,8% de los que están entre 5 y 9 años; y un 45,8% de los menores entre 10 y 14 años.
Los niveles de pobreza y educación apenas registran diferencias de entre 3 y 4 puntos porcentuales entre los extremos más pobres y ricos, y los más y menos cultivados de solo un porcentaje en torno al 50% de los casos.
Además, los datos del informe MICS sobre Paraguay destacaron que el 13,8% de los 3.802 encuestados en este aspecto reconocieron que “un niño o niña necesita ser castigado físicamente”.
Paraguay informó el pasado agosto que será pionero a nivel global en implementar una serie de acciones e intervenciones para mejorar la situación de la violencia hacia niños y adolescentes, según explicó entonces el representante de Unicef en el país, Víctor Vidal.
El hecho más destacable que convirtió al país suramericano en pionero fue la aprobación de la ley de la promoción del buen trato, que permitió introducir “la penalización del castigo físico” en el código jurídico nacional.
Paraguay se comprometió a alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) el pasado 24 de julio, cuando el presidente del país, Horacio Cartes, suscribió la Agenda 2030.
Según las Naciones Unidas, todavía persisten diversas formas de violencia contra los niños, entre ellas la disciplina basada en el castigo físico y la agresión psicológica.
En 76 países (la mayoría, en desarrollo) sobre los que se dispone de datos de 2005 a 2016, aproximadamente 8 de cada 10 niños de entre 1 y 14 años fueron objeto de algún tipo de agresión psicológica o castigo físico, o ambos, de manera periódica.