EFE
Tras el ataque, que tuvo lugar este miércoles entre las localidades de Diabaly y Nampala, se registraron enfrentamientos que se saldaron también con un número indeterminado de heridos y desaparecidos.
Las fuentes subrayaron que, además, la pérdida de materiales, como vehículos y armamento, pueden ser “enormes” y añadieron que tras el ataque las autoridades mandaron refuerzos a la zona.
La situación en Mali es inestable desde el golpe de Estado de 2012, cuando grupos tuareg rebeldes, junto a organizaciones yihadistas, se hicieron con el control del norte del país durante diez meses.
Los yihadistas fueron teóricamente expulsados gracias a una intervención internacional encabezada por Francia en enero de 2013, pero extensas zonas del país siguen escapando al control del Estado.