Mirar a Jesús: poniendo ante nuestros ojos su humanidad santísima, contemplándole en los misterios del Santo Rosario, en el viacrucis, en las escenas que nos narra el evangelio, o en el Sagrario.
Solo con una gran piedad seremos fuertes ante el acoso de un mundo que parece querer separarse más y más de Dios, arrastrando consigo a quien no se encuentre en tierra firme y segura.
El papa Francisco a propósito del evangelio de hoy dijo: “Creer en Jesús significa hacer de él el centro, el sentido de nuestra vida.
Cristo no es un elemento accesorio: es el ‘pan vivo’, el alimento indispensable.
Unirse a él, en una verdadera relación de fe y de amor, no significa estar encadenados, sino ser profundamente libres, siempre en camino.
Cada uno de nosotros puede preguntarse, ahora: ¿Quién es Jesús para mí?
¿Es un nombre, es una idea, es un personaje histórico solamente? O es verdaderamente aquella persona que me ama, que ha dado su vida por mí y camina conmigo.
¿Para ti quién es Jesús? ¿Estás con Jesús? ¿Intentas conocerlo en su palabra?
¿Lees el evangelio todos los días, un pasaje del evangelio, para conocer a Jesús?
¿Llevas el pequeño evangelio en el bolsillo, en el bolso, para leerlo, en todas partes? Porque cuanto más estamos con él, más crece el deseo de permanecer con él.
Ahora les pediré amablemente, hagamos un momentito de silencio y cada uno de nosotros en silencio, en su corazón, se pregunte: ¿quién es Jesús para mí? En silencio, cada uno responda, en su corazón: ¿quién es Jesús para mí?
Que la Virgen María nos ayude a ‘ir’ siempre a Jesús, para experimentar la libertad que él nos ofrece, y que nos consiente limpiar nuestras opciones de las incrustaciones mundanas y también de los miedos”.
(Frases extractadas del libro Hablar con Dios, de Francisco Fernández Carvajal, y http://es.catholic.net/op/articulos/14369/cat/565/ lo-que-el-padre-me-ha-ensenado-eso-es-lo-que-hablo.html).