EFE
Este viernes se inició el proceso de reintegración de 800 niños soldados de la provincia suroccidental de Lobaye.
Una docena de los menores liberados podrán volver a sus casas a lo largo de este viernes, indicó en rueda de prensa el portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Christophe Boulierac.
En 2013 estalló un conflicto entre dos milicias rivales, los Seleka, de mayoría musulmana, y los combatientes cristianos conocidos como Anti-Balaka, que causó miles de muertos y el éxodo masivo de la población.
“A día de hoy regiones enteras de la República Centroafricana permanecen fuera del alcance del Gobierno y siguen bajo control de milicias, lo que complica enormemente la aplicación de la ley en esas áreas”, lamentó Boulierac.
La agencia de Naciones Unidas estima que hasta 10.000 menores ingresaron en facciones armadas desde el comienzo de la crisis.
En mayo de 2015, líderes de varios grupos armados se comprometieron a liberar a todos los niños bajo su órdenes y, desde entonces, más 7.000 menores han vuelto con sus familias.
Unicef recordó que aún hay centenares de niños alistados y que el proceso de liberación e integración puede verse comprometido por la falta de financiación crónica que afecta todos los programas humanitarios de la República Centroafricana.
La alta inestabilidad socava el desarrollo del país africano, en el que 2,2 millones de personas -casi la mitad de la población- necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir, según datos oficiales de la ONU.