Las víctimas fueron identificadas como Catalina Cáceres de Gavilán, de 49 años, y su hijo, Derlis Gustavo Gavilán Cáceres, de 17 años, según confirmaron los agentes de la Jefatura de Policía del Departamento Central.
El hecho, según el informe policial, se produjo aproximadamente a las 19.30, cuando personas desconocidas realizaron varios disparos de arma de fuego contra la vivienda de la familia Gavilán Cáceres. Según una fuente policial, los tiros fueron realizados con una pistola automática calibre 9 milímetros.
Detalles. Según Isabelino Gavilán Rolón, esposo de la mujer fallecida y padre del menor abatido, ambos estaban alrededor de un brasero que les ayudaba a contener el calor en el cuerpo ante el frío de anoche, más crudo en esa descampada en la zona luqueña, camino a San Bernardino.
En un momento dado, dos hombres empezaron a efectuar disparos de arma de fuego contra su vivienda. Dos de los proyectiles impactaron en dos personas de la vivienda, causándoles la muerte. Según los familiares, se realizaron alrededor de 60 disparos.
Uno de los policías que tomó intervención luego del suceso indicó a Última Hora que Catalina Cáceres recibió el impacto de bala en la zona del pecho lado derecho, en tanto que Derlis Gustavo fue herido en el abdomen. El intento por socorrer a las víctimas fue vano. No se pudo evitar las muertes.
Para efectuar los estudios que ayuden a levantar mayores evidencias, los cuerpos de la madre y su hijo fueron llevados hasta la morgue del Hospital Regional de Luque, donde un médico forense del Ministerio Público inspeccionó los cuerpos y posteriormente se los entregó a sus familiares.
Denuncia. Los allegados de los dos fallecidos dijeron que los supuestos autores de los disparos son militares vecinos, con quienes tienen inconvenientes. Denunciaron que siempre tienen una actitud prepotente y realizan disparos al aire para amedrentar a los lugareños.
Agregaron que para no ser vistos, realizaron los disparos desde una zona boscosa, que está hacia el frente de la vivienda. Incluso, denunciaron que los responsables de los disparos estaban en estado etílico.
Una fuente policial mencionó incluso que se habla de una pelea por la venta de la vivienda. Presuntamente los militares quieren comprar la vivienda de los Gavilán Cáceres, pero que estos no quieren venderla.