Oriundo de República Dominicana, Juan Gilberto Núñez, fue el escultor y realizador de la escultura de Roa Bastos que sirvió para que la tierra del escritor lo destaque también de manera pública. El artista reveló que la obra fue realizada con un “condimento secreto": un profundo amor.
Este martes autoridades nacionales, incluyendo al intendente de Asunción, Mario Ferreiro, participaron del Acto de Descubrimiento de la Estatua de nuestro laureado escritor Augusto Roa Bastos que desde ayer se erige en la Plaza Uruguaya. La estatua fue levantada el marco de los actos conmemorativos por el Centenario del nacimiento de Roa Bastos.
“Esto es un acto de amor, esto no es un acto mercantil, no es un acto de comercio. Aquí ha primado el amor, el desinterés y el desapego. Y creo que por eso yo puedo decir que me siento muy parte de este pueblo que me ha abierto las puertas para hacer esta cosa maravillosa y haría todo lo que me pidieran. Este pueblo es uno de los más dignos, no solamente de América sino del mundo”, destacó el escultor dominicano.
Un Roa Bastos que le hizo saber sobre la existencia de Paraguay
El escultor de la hermosa obra que ahora se luce en la Plaza Uruguaya, sostuvo que conoció al escritor paraguayo mediante una de sus destacadas creaciones literarias: “Yo El Supremo”.
“Roa Bastos para mí, como ciudadano del mundo, fue quien primero me presentó al Paraguay. Yo conocí Paraguay, cuando era un adolescente, a través de Yo El Supremo”, reconoció.
Con relación a la escultura, Mario Ferreiro sostuvo que ahora observa a un Roa Bastos “quizás con el dolor en el corazón de sus casi 50 años lejos de su tierra amada, distante pero no lejano, distante pero presente, escribiendo para su pueblo, escribiendo y contando, narrando el dolor de su pueblo”.
“En sus ojos verán la profundidad de su pensamiento. En la posición de su mano y su cara, muy típico en él, verán su paz, verán la forma alta de él de contemplar la vida y de él tener que sufrir por esas estaciones, esos estadios que todo que sufrió el exilio tuvo que pasar”, señaló el jefe comunal.
Para Ferreiro no existe una mejor manera de honrar al escritor que leyéndolo.