Por Patricia Vargas
Tras la divulgación de la lista de funcionarios públicos, gracias a la Ley 5189/2014, que obliga al Estado a dar información de los gastos a la ciudadanía, se conocieron decenas de casos en donde los salarios percibidos son extremadamente altos y en otros casos, muy bajos.
Es más, se crearon direcciones o jefaturas exclusivamente para determinadas personas solo con el fin de lograr que estas accedan a altas remuneraciones.
En la Cámara de Diputados, la mayoría de las secretarias ganan G. 2.500.000, pero hay algunas que llegan a más de G. 5.277.300.
Lo mismo ocurre en Salud, donde una de sus recepcionistas gana G. 5.808.551, cuando el resto solo alcanza los G. 2 millones. Allí los choferes apenas llegan al salario mínimo, pero hay privilegiados que ganan G. 5.650.000 y hasta 9.232.912. Hay molestia de varios funcionarios que no son tenidos en cuenta a pesar de su esfuerzo laboral.