Las formas radiactivas de los elementos se llaman radioisótopos o radionúcleos y existen de manera natural en distintas combinaciones y concentraciones en las rocas, como el granito, y en los minerales que hay en el medio ambiente, informó el portal de noticias BBC.
Eso significa que también están presentes en los alimentos que consumimos y el agua que bebemos, desde la leche y los cereales.
Según un informe del Consejo Nacional para la Medición y Protección de la Radiación de Estados Unidos aproximadamente un 5% de la radiación anual a la que está expuesta una persona en Estados Unidos procede de lo que ingiere. Pero estos niveles de radiación natural son inofensivos para la salud.
La radiactividad “natural” se pasa a animales y cosechas a través de las rocas y minerales del suelo. El pescado y el marisco con concha pueden absorber radioactividad del agua y el fondo marino.
Además toda la materia orgánica, animal y vegetal, contiene una pequeña cantidad de radiación procedente del Potasio-40, que es la fuente más importante de irradiación interna. Y toda el agua de la tierra contiene pequeñas cantidades de uranio disuelto y de torio.
Las dosis estimadas de exposición general a la radioactividad varían mucho de un país a otro, y no todos los gobiernos tienen estudios detallados al respecto.
Seis alimentos más naturalmente radiactivos
Según datos de la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos (USNRC) estos son algunos de los alimentos que mayor contenido de radiación natural tienen (medido en picocuries por kilogramo):
Nueces de Brasil: 5.600
Habas, frijoles o porotos: 4.640
Bananas: 3.520
Zanahorias: 3.400
Papas o patatas: 3.400
Carne roja: 3.000