Arriegar hasta la vida, es lo que la cantante Lady Gaga pretende hacer con el show preparado para la Super Bowl el próximo 5 de febrero en el estadio NRG de Houston (Texas). La diva quiere cantar en el techo y para eso ya lleva tiempo trabajando con técnicos y abogados para asegurar la presentación.
Desde perforar un agujero en la estructura hasta subirla por aire e incluso tener lista una actuación grabada por si en directo el techado tarda más de los siete minutos previstos en abrirse, aunque es la última opción ya que Gaga quiere que todo se presente en vivo, son algunos planes organizados por los técnicos y la cantante ante cualquier eventualidad, informó El País de España.
Por el riesgo que pretende correr con la extravagancia del show, un equipo de abogados trabaja con distintas aseguradoras desde hace semanas para cubrir cualquier eventualidad de una actuación que desde su entorno califican de “locura”. Mientras, ella se muestra en sus redes sociales totalmente entregada al que será uno de los eventos de su vida.
Gaga se prepara a diario con un entrenador personal y ensaya en el jardín de su mansión en el sur de California, donde llegó a construir un escenario en el que posa junto a un ejército de bailarines.
El miércoles la estrella hizo público el primer avance de la actuación. Un vídeo en el que se puede ver parte de los ensayos y en el que habla sobre la magnitud del show. “Será especial porque llevo planeando esto desde que tenía cuatro años, así que sé exactamente lo que voy a hacer (...) Es un espectáculo en un escenario mundial por el número de personas que lo ve y el número de veces que se ha hecho. El resto es mirarlo y pensar, ¿qué puedo hacer diferente, cómo puedo elevar ciertas cosas y al mismo tiempo que gire en torno a la música? Ahí es donde se supone que debo llegar”, expresó la estrella pop.
El videoclip publicado muestra fragmentos de la coreografía de uno de sus grandes éxitos, Bad Romance, que previsiblemente no faltará. Pero ni una pista sobre si Lady Gaga pasará a la historia por ser la primera artista en criticar a un presidente de Estados Unidos durante su actuación en la Super Bowl, pues se espera, por ser una fiel seguidora de Hillary Clinton, algunas indirectas por el nuevo mandatario norteamericano.