13 may. 2025

La última entrevista a una dedicada maestra de Fulgencio Yegros

Celmira Dejesús Chamorro de Williams tenía 96 años y fue una de las primeras maestras en transmitir sus enseñanzas a los alumnos de la ciudad de Fulgencio Yegros, en el departamento de Caazapá. La docente brindó su última entrevista dos días antes de morir. Hoy ya se encuentra disfrutando de su día con los ángeles en el cielo.

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Doña Celmira Dejesús Chamorro de Williams murió a los 96 años. Foto: Aldo Dávalos.

Doña Celmira empezó a dar clases en el año 1936 en la Escuela de Isla Sacã, luego en una precaria escuela en Pindoyu, posteriormente fue a enseñar en Alejo García N° 64, para quedar finalmente en la institución República Alemana, en donde enseñó hasta jubilarse en el año 1973, tras completar casi 40 años de acompañar y formar a cientos de niños de la sexta jurisdicción del país.

Comentó que existe una diferencia muy grande con respecto a la enseñanza de su época y la de ahora, ya que los alumnos de hoy en día ya no conocen del respeto hacia sus semejantes, la honestidad, la responsabilidad, valores que ella enseñaba siempre.

“Los alumnos hoy en día ya no saludan a los maestros como antes, solo levantan la mano, hacen un gesto y nada más, incluso los maestros ya no enseñan como antes. En tiempo de lluvia sí o sí nos íbamos, al igual que los alumnos, no había niños con malas notas”, indicó.

La maestra, en una entrevista que se le realizó durante el pasado miércoles, había recordado que en una institución en donde enseñaba uno de los turnos era privado y los padres tenían que pagar, había algunos que no podían, entonces le pagaban con gallinas, huevos, mandioca, entre otros productos.

También recordó aquellas inolvidables veladas en fechas importantes, cuando tenía que sacar su fase de artista para cantar y bailar.

Mencionó que le encantaba la sopa paraguaya, la chipa y el chipa guasu, pero que cuidaba mucho su alimentación debido a su avanzada edad, evitando alimentos pesados y muy condimentados.

Dijo que su almuerzo consistía en un ligero menú, con leche, yogur y licuados de diferentes frutas para mantenerse sana y fuerte, como se la pudo observar con su impactante sonrisa durante su última entrevista brindada al trabajador de prensa de la Municipalidad de Fulgencio Yegros, Aldo Dávalos.

Al consultarle si asistía a fiestas en su juventud, respondió que sí, solía irse linda y coqueta a divertirse de vez en cuando.

Durante el tiempo que se desempeñó como maestra tuvo la oportunidad de ser partícipe de la educación de muchos niños que hoy son grandes personas.

Doña Celmira Dejesús impartió la práctica de valores como la responsabilidad, el respeto entre todos, la honestidad y el amor, que deja como un legado a las familias yegreñas y a la sociedad misma.

Una mujer admirable, una persona de gran corazón, una maestra como pocas, que pintó huellas imborrables, digna del mayor respeto y profundos agradecimientos.

La docente falleció el pasado viernes por problemas de salud y hoy, en el Día del Maestro, ya descansa en paz enseñando su sabiduría a los ángeles del cielo.

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