El 29 de abril quedó en el primer lugar en la carrera UltraTrail Cerro Rojo, celebrada en Puebla, México, en la que participaron 500 atletas de 12 países.
La ganadora aparece con un gesto serio y sosteniendo un papel en el que consta que recibió 6.000 pesos por su hazaña (poco menos de 300 euros). No lleva ni ropa ni zapatos deportivos, sino una falda y un par de huaraches (sandalias con suela de neumático), con los que corrió durante siete horas y tres minutos, según la Revista Verne de España.
Esta indumentaria es común entre los corredores indígenas tarahumara, acostumbrados a trotar entre las barrancas de la sierra chihuahuense sin nada más que lo puesto. El año pasado, Ramírez quedó en segundo lugar en la Ultramaratón “Caballo Blanco 2016", en Chihuahua, en la categoría de los 100 kilómetros.
Correr largas distancias es algo habitual en la familia de Lorena Ramírez. A la competencia de Puebla asistió con su hermano mayor, Mario, que quedó en el décimo lugar en la categoría de los 30 kilómetros. La ultramaratón de Chihuahua la corrió con tres de sus siete hermanos y con su padre, Santiago.
Lorena y su hermano llegaron hasta Tlatlauquitepec gracias al apoyo de los organizadores del certamen. Hicieron más de dos días de viaje por tierra desde su comunidad, en la Ciénega de Norogachi (municipio de Guachochi), hasta el Estado de México. Ahí los recogió el corredor Leonel Aparicio y ese mismo día recorrieron otras cinco horas en auto hasta el Pueblo Mágico poblano. Al día siguiente, Lorena corrió 50 kilómetros y resultó campeona.