Lulu comenzó su entrenamiento en la CIA como parte del equipo K9, sin embargo, tuvo que dejar el grupo porque se negaba a buscar bombas y realmente no disfrutaba de su trabajo.
Según explica la CIA en su blog, Lulu en las primeras semanas de entrenamiento dio señales de no estar interesada en detectar bombas, ni siquiera la comida y los juguetes sirvieron de motivación, informó el portal internacional Clarín.
“Todos los perros, como los estudiantes humanos, tienen días buenos y malos cuando están aprendiendo algo nuevo. Lo mismo pasa durante nuestras clases a cachorros. Usualmente pasa un día o dos. Pero para el caso de Lulu, se volvió claro que esto no era temporal. En realidad, Lulu no estaba interesada en buscar explosivos”, explican en el blog.
Esa fue la manera como Lulu se quedó sin empleo, aunque su historia tuvo un final feliz, ya que fue adoptada por su entrenadora y ahora disfruta sus días jugando con otros niños, conejos, ardillas y corriendo por el jardín de su nueva casa.