Hernán Darío Mena Martínez (23), cerca de las 02.00, acaba de alzar a su amigo Iván Araujo Quiñónez para dirigirse a bordo de su automóvil Toyota Allex, color gris plateado, a la ciudad de Capiatá. No pudieron llegar a destino, ya que en el kilómetro 21 de la ruta 2, Mena Martínez, que iba al mando del vehículo, perdió el control en una curva pronunciada y volcó, dando varias vueltas su rodado, hasta que chocó violentamente contra la muralla de una casa de familia que se encuentra a un costado de la ruta, en la zona conocida como Rojas Cañada.
Grande fue el susto de los pobladores, en especial de los dueños de la casa, cuando escucharon el ruido que les hizo salir de sus habitaciones, ya que el fuerte choque se dio pasadas las 02.15 de ayer, hora en que toda la familia ya se encontraba durmiendo.
Los uniformados de la Comisaría Octava Central, de Capiatá, no manejaban muchos detalles acerca del accidente, solo manifestaron que por versiones de testigos, manejan la información de que el conductor del automóvil circulaba a alta velocidad y que llegado al kilómetro 21 perdió la dirección en la curva.
“Se presume que el hombre se durmió en el volante y se tragó la curva, como se dice vulgarmente, y ahí fue a chocar de lleno contra la muralla de la casa”, manifestó el oficial Fernando Valenzuela, de la comisaría de Capiatá, cuyos agentes se encargaron del procedimiento.
El acompañante manifestó a los uniformados que su amigo, cuando se dio cuenta que iba a pasar de largo en la curva, realizó una maniobra brusca como para volver a ganar su carril, lo que hizo que el vehículo volcara espectacularmente.
Según la Policía, no se tienen indicios de que el conductor haya estado alcoholizado, porque no se halló ningún tipo de bebida en el interior del automóvil.
Una vez producido el accidente, los vecinos llamaron a los bomberos y también al Sistema 911.
Acompañante ileso. Los bomberos voluntarios de la compañía 8ª de Capiatá llegaron hasta el lugar e intentaron socorrer a Mena Martínez, que se encontraba atrapado en el asiento del conductor. A pesar del arduo trabajo, que llevó algunas horas, los socorristas no pudieron sacar con vida al hombre, según confirmaron fuentes del procedimiento.
Lo que llamó la atención de los bomberos voluntarios fue la actitud del acompañante, Iván Araujo, que se negó a ser asistido y se retiró por su propia cuenta al no recibir ningún golpe en el percance.
“El acompañante no quiso ser asistido y luego le vinieron a llevar sus familiares y se retiraron del lugar”, expresó la voluntaria Emilia Trinidad, del Cuerpo de Bomberos.