Pese a la tercerización de camas en sanatorios privados, los pasillos de la Unidad de Emergencias del Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS) se mantienen hacinados con pacientes crónicos que se internan hasta más de siete días en el estrecho e incómodo corredor. Una historia que se repite todos los días y desde hace años.
Una larga fila de camillas, agolpadas una detrás de otra, es el panorama diario en Emergencias que recibe un promedio de 1.400 pacientes por fin de semana y más de 400 asegurados por día, una alta cifra que incide en el hacinamiento del espacio hospitalario.
Los asegurados, pidieron la reserva de sus nombres, señalaron que la zona podría ser considerada como un infierno, debido al caótico panorama que se vive diariamente en las salas compartidas de internación. Por un lado, están los trabajos de reanimación y del otro lado, ocurren diariamente de dos a tres fallecimientos.
Los pacientes crónicos; en su mayoría de la tercera edad, están mezclados en las salas del Nivel 1 y 2 con personas traumatizadas y otros que ya se recuperan pero se mantienen internados en el lugar por la falta de disponibilidad de camas en el edificio del Hospital Central.
La preocupación por el pariente enfermo se suma a la condiciones de espera: un acompañante puede pasar más de 12 horas parado para resguardar al enfermo durante la jornada tanto nocturna como diurna.
SITUACIÓN. Con las tercerizaciones de 85 camas en el Hospital del Corazón, Sanatorio San Lucas y San Sebastián se logró disminuir el número de internados en pasillos, aseguró el doctor Aníbal De los Ríos, gerente de Salud de la previsional, al tiempo de admitir que existe un déficit en cuanto a la disponibilidad de camas para las internaciones.
El Hospital Central cuenta con 1.100 camas de internación y el cual debe crecer un 35% para dar respuesta a la alta demanda. Las personas que acuden al servicio tienen un promedio de 69 años con múltiples patologías que requieren muchos días de cuidados.
Los internados fuera de las salas del servicio tienen un promedio de estadía de hasta siete días. “Prácticamente está al tope en ambos lugares (privado y el Hospital Central). El déficit de camas evidentemente sigue habiendo porque la demanda ha crecido demasiado”, admitió de los Ríos.
Destacó que con el avance y culminación de algunas obras permitirá descongestionar el Hospital Central.