El último bus que entró en el estacionamiento a las 21.00 fue el que tuvo problema termoeléctrico en la batería y ahí se inició todo, comentó el comisario Teodoro Rodas, jefe de la sección que realizó el peritaje a los restos hallados en el estacionamiento ubicado en Asunción.
Los agentes de Criminalistica levantaron por dos días las evidencias, que fueron analizadas por los expertos que técnicamente demostraron el origen del siniestro, descartándose así la hipótesis de un atentado que se manejó inicialmente como una de las causas probables.
El agente señaló que un incendio en vehículos es un hecho impredecible. Sostuvo que “la antigüedad de los buses pueden incidir en el siniestro, pero cuando los conductores eléctricos están muy desgastados pueden generar fácilmente, sea nuevo o viejo el vehículo”, señaló el comisario Teodoro Rodas.
La tragedia se registró en la madrugada de ese domingo. El ladrido de un perro fue el que alertó al encargado del estacionamiento sobre lo que estaba ocurriendo. Este intentó sofocar el fuego, pero no pudo y las llamas se propagaron a las demás unidades de transporte.
Entre los nueve buses calcinados, también sufrieron daños importantes dos automóviles BMW y una camioneta Mitsubishi.
Según los propietarios de la empresa afectada, los buses, que tienen el itinerario Asunción-Encarnación y San Pedro del Paraná, cuentan con seguro, no así los vehículos de menor porte, lamentaron.