Los obispos se pronunciaron sobre el desalojo de los labriegos ocurrido el pasado jueves en la colonia Guahory, distrito de Tembiaporã, departamento de Caaguazú. Unos 1.200 efectivos policiales participaron del procedimiento.
Ante este hecho, la Iglesia Católica emitió un comunicado en el que condena todo tipo de hecho que atenta contra la dignidad del ser humano, cualquiera sea su condición social, pero en especial, cuando se trate de los sectores más vulnerables.
La Conferencia Episcopal Paraguaya lamenta el uso desproporcionado de las fuerzas públicas para la destrucción de los cultivos y las viviendas de los campesinos “en una tierra cuya propiedad está en litigio y cuya titularidad no estaría suficientemente aclarada y comprobada”, refiere el escrito.
Consideran que el desalojo de las familias campesinas se remite a la tradición del magisterio de la Iglesia sobre la propiedad de la tierra y su destino al servicio del bien común. En ese sentido, recuerdan que el papa Francisco sostiene que “los frutos de la tierra deben beneficiar a todos”.
La institución eclesiástica aboga por encarar en forma seria y urgente una reforma agraria integral, que permita el arraigo de las familias campesinas en sus tierras. Finalmente, sostienen que las autoridades están obligadas a ajustar sus acciones a los preceptos constitucionales y legales.
El desalojo de campesinos de la colonia Guahory solo tenía que ser de 64 viviendas, pero los efectivos policiales destruyeron totalmente 220 casas, según el intendente de Tembiaporã, departamento de Caaguazú, Sotero Cáceres.
Explicó que en 1990 el Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), en ese entonces Instituto de Bienestar Rural (IBR), parceló las tierras de la colonia Guahory.
Posteriormente, vinieron colonos brasileños, pagaron por esas tierras a los campesinos beneficiados, pero titularon a nombre de los vendedores. Indicó que fueron otros paraguayos los que luego ocuparon la tierra alegando ser sujetos de reforma agraria.
Cáceres señaló que los brasileros no son sujetos de reforma agraria porque no ocupan las tierras, solamente la usan para sembrar. Por eso se dio el conflicto.
El comisario general Luis Pablo Cantero Vázquez, quien encabezó el polémico desalojo a campesinos de la colonia Guahory fue ascendido a jefe de Orden y Seguridad de la Policía Nacional.
Sobre el último suceso saltaron versiones sobre un supuesto pago de los colonos a los uniformados para realizar el operativo. Sin embargo, esos rumores fueron negados por el abogado de los productores, aunque reconoció que aportaron para el combustible de las patrulleras.