“Nosotros estábamos sentados frente a casa, disfrutando y descansando al final del día de Navidad frente a la ruta”, relató Almeida a radio Monumental 1080 AM.
Explicó que estaba con un grupo de amigos y que, en un momento dado, ven que se acerca un joven con aspecto desprolijo y que parecía estar borracho.
“Estábamos con nuestro amigo y ahí vemos que viene un muchacho, parecía un ka’u. Y ahí al llegar nos dimos cuenta”, refirió.
Inmediatamente, el joven se presentó y se dieron cuenta de que era Arlan Fick. “Enseguida le identificamos. Ahí me pidió si podía llamar a su papá y, claro no hay problema, le dije”, comentó.
Luego explicó que llamaron a su padre y primero habló con una mujer, que sería su hermana Rosinei. Al igual que Arlan, Almeida explicó que en principio no creyó que fuera verdad lo que le estaba diciendo, pero enseguida pasó el teléfono a Arlan.
Señaló que, para que la mujer creyera que era verdad, le dio la referencia de un hombre que vive en Paso Tuyá y que Arlan también conocía. Después hablaron en alemán y, a partir de allí, comenzaron a creer.
Comentó, además, que le ofrecieron comida, pero Arlan solo pidió agua y poder llamar a su familia. El aspecto del joven era bueno, aunque estaba sucio y con el cabello un poco desprolijo.
En el tiempo que estuvieron, cerca de media hora, el joven les dijo que estaba bien y que no pasó hambre.
El padre de Arlan salió de inmediato, luego de recibir la noticia y, según Almeida, el reencuentro fue sumamente emotivo.
“Eso fue, emocionante. Su papá llegó con su camioneta y el muchacho se fue junto al señor y desesperado se abrazó con su papá”, relató en una mezcla de español y portugués.
Álcido Fick fue acompañado de una de sus hijas y cerca de tres uniformados y estuvieron un rato más, y luego volvieron a su vivienda.
Wemerson Almeida explicó que Arlan llegó cerca de las 21.00 a su vivienda y que su casa queda distante a unos 35 kilómetros de la residencia de los Fick, por lo que don Álcido llegó media hora después de recibir el anhelado llamado.
Almeida es brasileño y está de vacaciones en la casa de su madre, porque él actualmente reside en Ponta Porá. Pero siempre estuvo al tanto del secuestro del joven y, a pesar de no conocerlo en persona, lo identificó de inmediato. En todo momento, Arlan le habló en portugués.