Todo empezó con la visita de los legisladores del sector opositor al plantear la acción de inconstitucionalidad, el 30 de marzo pasado.
Al día siguiente, tras la decisión de los 25 senadores de aprobar la enmienda y remitir el texto a Diputados, se desataron las protestas donde incluso murió el dirigente liberal Rodrigo Quintana.
Justamente la falta de definición de la Corte, hizo que también la responsabilizaran de los hechos acontecidos.
Después, la semana pasada, llegaron a la Corte los senadores que representan a los que aprobaron el cambio de reglamento interno y la enmienda constitucional.
El viernes, fue un grupo de abogados “por la democracia” los que se manifestaron frente al Palacio de Justicia y luego fueron hasta la presidencia de la Corte.
En todos los casos, se resaltó la importancia histórica de la decisión de los ministros de la Corte. Esto, incluso es asumido por ellos, como el caso de Miryam Peña, quien se “desinhibió”, porque era una cuestión de interés nacional.
A esto se suma que la Cámara de Diputados también quiere tratar la enmienda constitucional, lo que podría sumar el descontento social.
Con ello, todos están pendientes de lo que pueda resolverse en la Justicia.