Las rocas, resultado de la explosión, pesan entre 20 y 100 gramos, informó el portal ABC.es.
Las mismas fueron halladas por un equipo de cazadores de meteoritos, quienes comenzaron la búsqueda desde el pasado 17 de enero, cuando la bola de fuego cayó en las cercanías de Detroit y conmocionó a todos los pobladores.
En aquella ocasión, los sismógrafos cercanos registraron un evento de magnitud 2.0. Todos los fragmentos hallados estarían relacionados y serían condritas, el tipo más común de meteoritos encontrados en la Tierra.
El equipo descubrió las rocas en un lago no muy concurrido del Estado de Michigan, pero se reservaron dar más detalles de la ubicación para evitar que el lugar se llene de curiosos.
Parte de la muestra fue seleccionada y será enviada al Museo Field de Chicago, donde podrán confirmar si se trata o no del material llegado del espacio, como se maneja en el informe inicial.
Los investigadores estiman que la roca viajó a unos 45.000 kilómetros por hora e ingresó profundamente en la atmósfera para, posteriormente, hacerse añicos, lo que causó el fuego y las fuertes explosiones.
El avistamiento encendió las redes sociales con personas que publicaban vídeos y reacciones.