CARACAS - VENEZUELA
El Gobierno venezolano y la oposición iniciaron un diálogo para resolver la grave crisis política, aunque los adversarios del presidente Nicolás Maduro advirtieron que no claudicarán en buscar su salida anticipada del poder.
Tras semanas de escalamiento del conflicto, los esfuerzos del Papa Francisco y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) rindieron frutos, al acordarse la agenda de conversaciones durante una reunión entre delegados de ambas partes que empezó el domingo y concluyó ayer lunes de madrugada.
Los diálogos girarán en torno a 4 temas que serán abordados en mesas separadas y cuya instalación se producirá de forma inmediata, según un comunicado leído por el representante del Vaticano, Claudio María Celli, tras una primera reunión plenaria del diálogo. Una de las mesas estará dedicada a la paz, respeto al estado de derecho y a la soberanía; otra discutirá de verdad, justicia, derechos humanos, reparación de víctimas y reconciliación. La tercera tendrá a su cargo lo económico y social, para encarar la severa crisis económica que genera escasez de alimentos y medicinas, y la cuarta la generación de confianza y cronograma electoral, indicó el documento.
Ofensiva contra Maduro.El representante del Gobierno, Jorge Rodríguez, destacó ante la prensa que “hoy está naciendo una posibilidad cierta de que sea la paz la que se imponga para siempre sobre la violencia”. Rodríguez expresó además que el gobierno se compromete a que este proceso tenga resultados certeros y rápidos. Pero el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, anunció que, en paralelo al diálogo, la oposición mantendrá su estrategia contra el gobierno, que combina protestas de calle y la declaratoria de Maduro en abandono del cargo por parte del Parlamento, controlado por esa coalición.
Torrealba dijo que la MUD planteó en la mesa “el rescate del referendo revocatorio (contra Maduro) o que discutamos el adelanto de elecciones presidenciales”.
El proceso hacia la consulta popular fue suspendido el 20 de octubre, tras fallos judiciales que anularon un recaudo de firmas necesario para su activación. A raíz de ello, el Parlamento denunció una ruptura del hilo constitucional y se dispone a declarar a Maduro en abandono del cargo por presunto incumplimiento de sus funciones. Un juicio político no está previsto en la Constitución y, en todo caso, la justicia –según la MUD secuestrada por el Gobierno– declaró en desacato a la Asamblea Nacional, por lo que sus decisiones son consideradas ilegales. “Vamos a investigar lo que haya que investigar para determinar la responsabilidad política del presidente de la República en la crisis, lo vamos a seguir haciendo”, advirtió Torrealba, indicando que la MUD también demandó, como gesto concreto, la liberación de presos políticos.