El Gobierno de Horacio Cartes activó el mapa de riesgo de la corrupción de los ministerios y secretarías. La Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac) está trabajando con las instituciones públicas para establecer un tablero en donde se pueda alertar sobre aquellas dependencias y direcciones que son vulnerables a sobornos, coimas, tráfico de influencia, así como falsificación de información pública.
Hasta el momento, ya se tiene un mapa de riesgo de la Secretaría de Información y Comunicación (Sicom), el Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE), la Procuraduría General de la República (PGR), el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), la Secretaría de la Función Pública (SFP) y el Ministerio del Interior (MI).
La idea es identificar todos los puntos débiles que deben ser controlados para reducir los niveles de corrupción.
La Secretaría Nacional Anticorrupción trabaja en la prevención de hechos delictuosos que puedan producir un impacto negativo en la institución pública.
Las autoridades del Gobierno hacen una valoración y ponen un puntaje a las probabilidades que hay de que se pueda cometer un acto irregular.
PROCESO. La primera etapa para establecer el mapa de riesgo fue realizar cursos de capacitación a los funcionarios públicos. Desde junio del año pasado comenzaron a preparar el esquema oficial.
La idea surgió mediante una base de cooperación de las Naciones Unidas, en donde participaron varios representantes de las unidades de transparencia.
En Colombia y en Chile se elaboró un mapa de riesgo similar al que ya se tiene en nuestro país.
Desde la Senac trabajan en una red con las unidades de transparencia de los ministerios y secretarías. Son técnicos que están en esos lugares, pero que tienen una relación con la Secretaría Anticorrupción.
Deben mapear los procesos de contratación de personal, los concursos, compras públicas, cuestiones administrativas y pagos de subsidios sociales.
Cada institución tiene su propia realidad y se hace un trabajo cruzado entre personal de auditoría, asesoría jurídica y transparencia.
La idea es llegar al cincuenta por ciento de las instituciones para el 2016. El trabajo más complejo es cambiar la visión cultural que tienen los funcionarios públicos, principalmente los jefes, que deben colaborar para establecer los lugares vulnerables ante la comisión de un hecho de corrupción.
A mediados de febrero se lanzará una matriz para que cada una de las secretarías y ministerios presente un plan anual de transparencia anticorrupción. La idea es que vayan detallando sobre las acciones que estarán llevando adelante y los objetivos en materia de rendición de cuentas y ética pública.