EFE
El representante residente del FMI en Paraguay, Alejandro Santos, explicó en declaraciones a Efe que se tiene “una situación de política neutra”, con una tasa de política monetaria objetivo de 5,50 % y una meta de inflación de 4 %, lo que hace que “el interés real sea realmente bajo, del 1,5 %".
La institución monetaria aseguró en un informe anual en el que revisaba la economía paraguaya que “la política monetaria ha sido adecuadamente expansiva para respaldar la recuperación hacia fin del año pasado”.
No obstante, advertía que esta tendencia expansiva “debe irse replegando”.
Santos comentó que estos cambios “dependen de la inflación y de la economía”, por lo que de momento “no se plantea”, ya que la inflación interanual registrada en junio fue de 3,4 %, lejos todavía del objetivo de 4 %.
Asimismo, dijo que estos ajustes se realizan para “evitar el recalentamiento” de la economía, pero de momento “no hay indicio de sobrecalentamiento”.
El documento del FMI sobre la economía paraguaya también aludió a la política fiscal, complemento de la monetaria, que se caracterizó por “la restricción del gasto corriente y una reorientación hacia el gasto de capital” y permitió que el déficit fiscal estuviera “dentro del límite establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal”.
Por otro lado, el FMI recordó a Paraguay que puede “mejorar la previsibilidad de las operaciones cambiarias”, ya que las ventas de dólares no siempre han seguido el calendario.
“Se han dado grandes avances y hay más sensibilidad cambiaria para absorber ‘shocks’ externos”, aseguró el representante residente del FMI en Paraguay.
Santos se mostró optimista con la evolución de la economía paraguaya que “por primera vez crece de manera sólida en un entorno en el que gigantes (Argentina y Brasil) tienen problemas”.
“El crecimiento saludable y unos fundamentos (macroeconómicos) fuertes hacen que las perspectivas sean sólidas”, concluyó.