El letrado sostuvo que “la esperanza nunca se pierde”, al hablar de que están confiados en que el joven pueda recuperar de nuevo la movilidad, aunque los pronósticos no son favorables.
La familia también estaba preparando una acción contra el Estado. La Policía Nacional había anunciado que asumiría todos los gastos médicos del joven baleado. Asimismo, el propio ministro del Interior, Francisco de Vargas, había comentado que corresponde otorgar “una pena máxima” a los responsables.
El hecho. En la madrugada del pasado sábado 13 de agosto, pasadas las 04.00, Richard Pereira, que se encontraba a bordo de un automóvil de la marca Peugeot, fue perseguido por una patrullera de la Comisaría Cuarta Metropolitana.
Cuando llegó hasta las calles 24ª Proyectada y Pa’i Pérez del barrio Obrero, fue alcanzado por el móvil policial en el que estaban el comisario Jorge Zárate y el suboficial Jhonie Orihuela.
De acuerdo a las investigaciones, el joven bajó del auto, desarmado y con las manos en alto; sin embargo, Orihuela, tras obligarlo a que se arrodille, le disparó en la nuca.
El pasado jueves 18 de agosto fueron detenidos ambos uniformados.