Con mucha alegría, a la vera de la ruta 2, en el kilómetro 72, esta familia ofrece el líquido vital a los peregrinos que se acercan hasta la Basílica Menor de la Virgen de Caacupé.
“Esto lo hacemos para cumplir con una promesa”, nos comentó Dahiana al consultarle sobre el motivo que los llevó a realizar este gesto. “Perdí a tres criaturas y cuando me embaracé por cuarta vez le encomendé a la Virgen para que nazca bien y ella me concedió el milagro”, relató.
Dahiana Quiñonez y su familia entregan a los peregrinos cada año unos 200 packs de agua mineral adquiridos con sus propios recursos.
“El 7 de diciembre ya nos instalamos aquí y después de entregar todas las botellas vamos caminando hasta la basílica para participar de la misa. Luego de ello, nos vamos de nuevo hasta nuestra casa en Ciudad del Este”, dijo.
Cada 8 de diciembre se conmemora la festividad de la Virgen de Caacupé. Miles de fieles se acercan hasta la ciudad donde se encuentra la basílica construida en honor a la Vvirgen Azul.