Fue un músico en todas las de la ley, ya que no solo se destacó como acordeonista, sino como cantante, compositor y arreglador vocal.
El autor de Lo Mitãme guarã, Hora lo mitã y Penumbra nació en barrio Obrero de Asunción, en 1936.
Estudió violín en el Ateneo Paraguayo, a instancias de su padre, quien también era violinista. En 1953 eligió como instrumento musical el acordeón sobre el piano. También estudió teoría y solfeo con Bella Giménez, la hija de Remberto Giménez, y se recibió de profesor superior de canto en la Escuela Municipal de Canto Sofía Mendoza.
Con las orquestas Los Románticos del Paraguay y Los Hidalgos recorrió escenarios de Paraguay y de otros países. También formó parte de la Orquesta de Ritmos Internacionales, del fallecido maestro Lorenzo Álvarez.
De la mano de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA), interpretó una de sus grandes obras, el poema sinfónico La Gran Epopeya.
Su hija, Nuria Lima, sigue sus pasos llevando nuestra música al mundo.