Julio Gustavo Fernández (32) es el hombre que falleció el día de hoy, según informaron sus familiares. El pasado 22 de enero, Fernández oficiaba como chofer del vehículo utilizado para transportar al reo que debía ser trasladado de Coronel Oviedo a Asunción. Junto con él, además del detenido, viajaban dos guardiacárceles.
Con un local de una escribanía falsa, ubicado en las inmediaciones de Teodoro S. Mongelós y Radiooperadores del Chaco, Cristian Domínguez logró escapar, en medio de disparos, que dejaron herido al chofer del móvil, Julio Gustavo Fernández, quien descendió de su rodado para ayudar a sus compañeros y recibió el disparo. El hombre fue trasladado a Emergencias Médicas y después de siete días de estar internado en el citado nosocomio, hoy a las 15.30 falleció a consecuencia de un paro cardíaco cuando le iban a cerrar la herida.
Osvaldo Escobar, hermano del fallecido, explicó a ÚLTIMAHORA.COM que esperan que el delincuente sea encontrado y la justicia actúe, para que el hombre pague por la muerte de su hermano.
LA FUGA
Para concretar su escape a través de la escribanía falsa, Domínguez había señalado que había llegado a un acuerdo que debía ser corroborado por un notario. No había personas en el móvil de la penitenciaría que no creyeran la narración de Domínguez, por lo que los guardias confiaron en el hombre y detuvieron el móvil en el despacho “armado”, ubicado en el barrio Mburicaó de la capital.
La supuesta escribanía estaba perfectamente montada bajo el nombre de Graciela Benítez Ortellado. Por ello, los guardias retiraron las esposas a Domínguez, para que pueda “firmar documentos” del acuerdo.
Una vez adentro de la oficina, los guardias fueron reducidos por una mujer y un hombre que los aguardaban. Los cómplices de Domínguez efectuaron tiros intimidatorios y el chofer Fernández, alertado por las detonaciones ingresó para ayudar a sus compañeros. Fue en ese momento en el que recibió un disparo. En medio de la confusión el reo huyó presumiblemente en un taxi.
Hasta ahora, las autoridades judiciales no tienen siquiera rastros del delincuente.