El temor y la inseguridad de ir a la escuela ante tales problemas de infraestructura deja a 400 niños y niñas sin poder desarrollar las clases, ya que solo tienen disponibles tres aulas.
“En una reunión de padres hemos decidido no enviar más a los alumnos por problemas en la infraestructura del colegio, específicamente en tres pabellones ubicados hacia la biblioteca, las aulas, secretarías, cantinas y otros salones”, explicó uno de los padres, Jhony Bobadilla, en contacto con la 970 AM.
Por su parte, la coordinadora departamental, Clara Gutiérrez, se excusó diciendo que están en proceso de licitación para realizar las mejoras. El año pasado la misma licitación se declaró desierta porque solo se presentó una empresa al llamado.
Según la coordinadora, en el mes de junio aproximadamente tendrán la adjudicación, lo que deja en riesgo la educación de 400 niños, quienes podrían perder el año lectivo a causa de un problema edilicio.
Este viernes se realizará nuevamente una reunión de padres para decidir qué hacer con la carencia en infraestructura. Los mismos no aceptan que sus hijos deban desarrollar las clases bajo árboles.