Los indígenas eran sometidos a trabajar en condiciones infrahumanas en la estancia de la firma Ruroca S.A, ubicada en la Región Occidental. El caso está en manos del Ministerio Público.
Los nativos rescatados - y cuyo caso conmocionó a la opinión pública - pudieron recuperar sus salarios, además del dinero que les era descontado por cada ración de comida, informó el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS). Los mismos fueron reclutados por el señor Fermín Pintos, quien se encuentra imputado y guardando reclusión en la comisaría sexta de la ciudad de Mariscal Estigarribia.
Los afectados manifestaron haber sido engañados, ya que nunca cobraron tal como se les prometió. El trabajo era de cargadores de leña para hornos de carbón.
Vivían en carpas, tenían dos cocineras, pero se les cobraba por la comida. Los menores contratados son de 14 años, lo que atenta contra todas las legislaciones.