“Hay gente que no tiene qué comer”, señaló el gobernador de Ñeembucú Carlos Silva, quien explicó que son aproximadamente unas tres mil familias que contaban con huertas familiares, siendo estas su único medio de subsistencia y ahora se encuentran bajo agua.
Agregó que también unos 100 mil terneros deben ser evacuados, la mayoría pertenecientes a pequeños productores, pero los caminos están intransitables, comentó a radio Cardinal AM.
Cabe recordar que Ñeembucú cuenta con dos mil kilómetros de ruta, de las cuales solo 110 kilómetros son “de todo tiempo”.
Silva nuevamente reiteró que a pesar de que el departamento haya sido declarado en emergencia desde principio de abril, la ayuda no llega como se esperaba.
Los distritos más afectados son Cerrito, Laureles y Tacuara, donde las viviendas fueron evacuadas.
Durante los días santos la Gobernación aprovechó para recorrer la zona y asistir a los damnificados con alimentos de primera necesidad, sin embargo, estos no dan abasto por lo que solicitan más ayuda a la Secretaría de Emergencia Nacional.
Los afectados precisan de manera urgente, alimentos, chapas y colchones, ya que la lluvia caída los últimos días dejó viviendas y caminos bajo agua.