Hoy, si bien se espera que las personas vengan con algunos conocimientos, se sabe que en nuestro mercado la experiencia y la actitud son los que hacen el mayor valor de las personas y no tanto la formación, porque esta no es muy buena, sino que son mucho más importantes la experiencia y las actitudes.
Destacó que los niveles de calificación de la educación formal son muy bajos.
“En el caso del primer empleo, los jóvenes que salen de la educación secundaria no saben escribir, no entienden lo que leen, no tienen disciplina de trabajo, de horario, de trato; tienen que aprender en la empresa, aunque como compensación podemos decir que tienen muchas ganas de trabajar y se las ingenian para aprender rápido”, dijo.
SALARIOS. En cuanto a los salarios, aclaró que las empresas pagan la experiencia y el empleado que sabe hacer algo y va a darle a la empresa resultados desde el primer momento puede aspirar a salarios más altos, pero no así los jóvenes que no tienen experiencia laboral específica.
“La empresa elige el que mejor perfil tiene; si quiere ganar esa competencia por el puesto, adquirir experiencia laboral es relevante, y conocimientos válidos en instituciones certificadas o renombradas. No es lo mismo hacer pasantía en un banco que en un comercio”, ejemplificó.
En ese sentido, Dos Santos señaló que el mercado está muy bien definido: si estudió afuera o en instituciones serias o reconocidas tiene más aceptación que el que estudia en una universidad de garaje.
“Por eso le decimos siempre a los jóvenes que piensen dos veces donde elegir para estudiar”, dijo Dos Santos.
Señaló que hay diferencias entre carrera y carrera. Las administrativas son áreas donde el aprendizaje se da por experiencia y otras para las cuales no hay especialzación como es el caso de ingenieria vial, que a nivel local no existe.