WASHINGTON - EEUU
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rubricó ayer sus primeros decretos presidenciales y documentos legislativos tras jurar el cargo como mandatario del país en el Capitolio.
Trump estampó su firma en la exención legislativa aprobada por el Senado en los últimos días a la ley que prohíbe que un militar retirado hace menos de siete años, como es el caso de James Mattis nominado para liderar el Departamento de Defensa, pueda asumir la jefatura civil del Pentágono. De esta forma, el recién ungido mandatario allanó el camino para que Mattis, apodado Perro Loco, sea confirmado como el próximo jefe del Pentágono.
Asimismo, el mandatario firmó otros documentos relativos a sus nombramientos para su equipo presidencial, y el decreto por el que ha hecho oficial que el día de hoy sea el Día Nacional del Patriotismo en Estados Unidos.
Trump, rodeado de algunos de sus asesores y familiares, bromeó mientras firmaba la exención de Mattis. “Pensé que era la ley sanitaria”, ironizó al aludir a la derogación que ha prometido de la reforma sanitaria del ya ex presidente Barack Obama, que pretende sustituir con prontitud, si bien no ha detallado su plan alternativo.
tratados de tlcan. Un comunicado de la Casa Blanca emitido poco después del juramento de Trump afirmó que su Gobierno también “enfrentará a aquellas naciones que violen acuerdos comerciales y dañen en el proceso a trabajadores estadounidenses”.
De acuerdo al comunicado, Trump está comprometido a renegociar otro acuerdo comercial, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), firmado en 1994 por Estados Unidos, Canadá y México.
“Por mucho tiempo, los estadounidenses han sido forzados a aceptar acuerdos comerciales que ponen los intereses de operadores internos y de la élite de Washington por sobre los hombres y mujeres trabajadores de este país”, reza la declaración.
“Como resultado de eso, ciudades y poblados de la clase trabajadora han visto el cierre de sus fábricas y el desplazamiento de empleos bien pagados al extranjero, mientras que los estadounidenses enfrentan un creciente déficit comercial y una base manufacturera arrasada”, agregó.
El documento dice que podrían ser utilizados “acuerdos duros y justos” sobre comercio para apuntalar a la economía de Estados Unidos y devolver millones de empleos al país.
“Esta estrategia comienza con el retiro del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica y asegurar que cualquier nuevo acuerdo comercial sea del interés de los trabajadores estadounidenses”, añade. Si los socios del Tlcan se niegan a dar un trato justo a los trabajadores estadounidenses en un acuerdo renegociado, “el presidente avisará de la intención de Estados Unidos de retirarse del Tlcan”, según el comunicado.
El TPP, que Estados Unidos firmó pero aún no ha ratificado, ha sido el principal pilar económico del “pivote” del Gobierno de Obama en la región Asia-Pacífico ante el rápido ascenso de China.