16 jul. 2025

El palo, símbolo de lucha campesina que resiste desde hace casi dos décadas

Desde hace casi 20 años los campesinos adoptaron el palo, una de sus principales herramientas de trabajo en la agricultura, como símbolo en las movilizaciones reivindicativas. Ahora, la Policía Nacional intenta prohibirles su uso durante las marchas en que exigen el subsidio de sus deudas ante la pérdida de sus cultivos, argumentando que se trata de “armas” peligrosas.

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Campesinos se movilizan en Asunción desde hace más de un mes. |Foto: Archivo.

Los campesinos que conforman la Coordinadora Nacional Intersectorial (CNI) cumplen más de un mes de movilizaciones y la tensión con el Gobierno va en aumento desde que la Fiscalía exigiera a la Policía Nacional el cumplimiento de la cuestionada Ley del Marchódromo, que reglamenta el artículo 32 de la Constitución Nacional, sobre la libertad de reunión y manifestación.

Bajo esta normativa, los efectivos policiales argumentaron que los palos que portan los campesinos en las movilizaciones son considerados armas que pueden poner en peligro a la ciudadanía. También advirtieron que ya no permitirían el bloqueo de calles en horario laboral.

Si bien esta disposición enojó a los agricultores, estos prefirieron mantener la calma y reducir el tenor de sus manifestaciones. Por ahora, sus actividades se limitan a la calle Paraguayo Independiente, en inmediaciones de la Plaza de Armas.

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Intervención realizada por los campesinos en respuesta a las declaraciones realizadas por la ministra Lea Giménez, quien los trató de cavernícolas, aunque la misma negó esta interpretación. | Foto: #EnSusZapatos.

El palo como herramienta en la agricultura familiar

La socióloga Sintya Valdes explica que los palos siguen siendo una herramienta para los pequeños productores. El mango de las asadas y machetes está hecho de pedazos de madera que acompañan en su día a día a los agricultores.

Para la investigadora, la postura del Gobierno criminaliza aun más la lucha de los campesinos. “En toda la historia paraguaya de lucha por la tierra y en defensa del territorio, nunca los campesinos usaron esos palos para matar; es lo único permitido para defenderse de la violencia que reciben del Estado que, claramente, responde a los intereses de la clase dominante”, expresó a ULTIMAHORA.COM.

También Mirta Barreto, en representación de varios cientistas sociales, se pronunció al respecto. Recordó que la agricultura familiar campesina está reducida a casi el 6%, en tanto que cada vez, los paraguayos importan alimentos.

Explicó que los países llamados desarrollados como Canadá, Estados Unidos y de la Unión Europea subsidian este tipo de agricultura, al tratarse de un sector estratégico que produce en cuanto a la alimentación.

“El ambiente de crispación yo creo que lo está generando el presidente de la República con este veto; este es un veto absolutamente provocativo, violento”, sostuvo la experta.

Marciano Jara es uno de los pocos agricultores que todavía utiliza el método de los indígenas con el “yvyra akua” para sembrar el maíz. Se trata de una madera dura con la que, mediante golpes, se hacen hoyos en la tierra para colocar las semillas en el interior.

Su experiencia le ayudó a comprobar que esta técnica, si bien es más lenta y lleva más trabajo que otras también manuales, tiene sus ventajas: hay mayor probabilidad de germinación y, cuando esto ocurre, las raíces se agarran fuertemente de la tierra, gracias a la profundidad de los hoyos. Así la planta puede soportar los fuertes vientos y sobrevivir a los ataques de animales pequeños, pues mientras la raíz se mantenga intacta, las probabilidades de crecer son altas.

Como los labriegos no pueden portar sus herramientas de trabajo en las movilizaciones, debido a que pueden ocasionar accidentes, adoptaron parte de ellas como símbolo: el palo.

Pero, además, comprendieron su utilidad como protección durante el Marzo Paraguayo, cuando la marcha campesina coincidió con los enfrentamientos que hubo en Asunción ante las amenazas del quiebre democrático. “En el caso de que nos llegue un ataque, tenemos que tener algo para proteger al menos nuestros rostros”, indicó Jara.

Les sirve también para identificarse unos a otros a varios metros de distancia, para formar barreras de protección y evitar el ingreso de infiltrados al centro de las movilizaciones. El dirigente, además, le da un significado bíblico, pues recuerda que, tanto Moisés como Jesús, portaban palos en sus travesías.

Otra organización que también porta palos en sus movilizaciones es la Federación Nacional Campesina (FNC), que cada año realiza su tradicional marcha por el microcentro de Asunción. Si bien la Policía Nacional intentó en un momento impedir que utilicen sus símbolos, la idea no prosperó.

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Durante las protestas se produjeron dos incidentes: el cruce de insultos entre un automovilista y campesinos, y quemaduras que sufrió un agente policial por el uso de artefactos pirotécnicos (3x3).

Los labriegos que piden la condonación de sus deudas contraídas tanto con el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) como con entidades financieras privadas se encuentran acampando en la Plaza de Armas desde el 11 de julio pasado. La falta de asistencia técnica, de mercado y factores climáticos les impidió obtener rentabilidad económica para seguir pagando sus préstamos y ahora enfrentan constantes amenazas de embargo.

Esta situación los empujó a separarse de sus familias, ya que varios miembros, en su mayoría niños, quedaron en sus comunidades bajo cuidado de algún pariente.

Para el Gobierno, este grupo responde solo a intereses políticos y el presidente Horacio Cartes responsabilizó de las constantes protestas al Frente Guasu, principal promotor del proyecto de ley que subsidia sus deudas. La propuesta fue vetada por el Ejecutivo y, hasta el momento, no se reúnen los votos para rechazar la objeción del Ejecutivo y las probabilidades de su promulgación se van desvaneciendo.

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