En medio de llantos, familiares y amigos velaron y luego le dieron cristiana sepultura en la víspera a Catalina Cáceres de Gavilán, de 49 años, y a su hijo Derlis Gustavo Gavilán, de 17 años, quienes fueron víctimas supuestamente del ataque de sus vecinos, los vicesargentos de la Fuerza Aérea, Cristian David y Édgar Eugenio Bedoya, con cuya familia tienen una rivalidad de hace unos años.
Isabelino Gavilán, padre del menor y esposo de la mujer, manifestó que la familia Bedoya desde hace tiempo que le viene hostigando, ya que según él, sus miembros son muy prepontentes y pretendían despojarle de su casa, ya que la misma se encuentra en medio del vivero y la casa de uno de los militares.
Sin embargo, los padres de los militares, Eugenio Bedoya y Felisa Martínez, aseguran que sus hijos son inocentes del doble homicidio y dicen que fueron ellos mismos quienes se mataron, ya que a diario ocurren peleas en la casa de los Gavilán.
Bedoya dijo que Derlis Gustavo y otros tres primos habían ingresado a su casa meses atrás y le robaron 3 millones de guaraníes, joyas y un arma de fuego, por lo que uno de ellos fue a parar a la cárcel.
La casa donde ocurrieron los hechos tiene rastros de una balacera, alrededor de una veintena de vestigios de proyectiles fueron hallados en el lugar, las vainillas esparcidas por toda la casa.
Según explicó el dueño de casa, que también estuvo a la hora en que ocurrieron los hechos, los supuestos atacantes llegaron desde el fondo de la casa y desde la oscuridad empezaron a disparar.
La mujer cayó muerta en un corredor, donde estaba tomando mate con su hijo, quien se refugió en su pieza; sin embargo, recibió un disparo que traspasó la pared de ladrillo hueco.
Los vecinos del lugar manifestaron que el joven, ahora fallecido, tiene muchos casos de robos en su haber, que ya se encuentran cansados de que a diario ingresara a cualquier casa a robar. Se había juntado firmas para que la policía lo detenga, ya que tenía muchas denuncias en contra.