El fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, ordenó una investigación de oficio y conformó un equipo especial para recabar mayores datos de un supuesto hecho punible contra el medio ambiente.
Los agentes Andrés Arriola, de la Fiscalía de Filadelfia y Guillermo Sanabria, de la Fiscalía de Presidente Hayes, se constituyeron en la zona de Margariño y General Díaz, del distrito de Mariscal Estigarribia, departamento de Boquerón, ante la denuncia de los pobladores.
Arriola se refirió este sábado al desolador panorama que observan en el lugar. “El caso del Pilcomayo es catastrófico y si en un mes y medio no tenemos lluvias el impacto ambiental será muy grave”, indicó a la radio 780 AM.
Además, explicó que existen cazadores que aprovechan la debilidad de los animales. “Encontramos especies de yacarés muy grandes que fueron cazados para comercializarlos”, agregó.
Justamente, en el lugar se puede observar a los animales sufriendo por la falta de agua.
Según el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), el cauce está sufriendo actualmente la peor sequía en los últimos 19 años y se encuentra en una situación extrema. Sin embargo, desde el Gobierno evitan usar el término catástrofe para referirse al contexto ambiental.
La emergencia es tal que generó la reacción ciudadana y un grupo de voluntarios decidió movilizarse hasta la zona de modo a brindar un poco de ayuda. Las imágenes de los yacarés estancados en diversos puntos del río fueron las que más impactaron y causaron indignación por la desidia de las autoridades.